Cuando las redes sociales surgieron, éstas eran el lugar ideal para compartir cada momento de la vida cotidiana con otras personas. Desde Facebook hasta Twitter, estas plataformas de “antaño” le daban la oportunidad a los internautas de hacer de sus vidas lo más públicas posibles.
Una nueva era había comenzando, en la que cada vez más personas regalaban su privacidad al crear cuentas sociales. Sin embargo, durante los últimos años, esto ha dado un giro completamente inesperado.
La privacidad de usuario.
Lo que antes era imposible de lograr en las redes sociales, actualmente, se ha convertido en la última tendencia y, con esto me refiero a la privacidad de usuario. ¿Quién lo diría? El social media se ha transformado en un lugar para convivir con nuestros verdaderos amigos y no con extraños y conocidos por igual.
Ya sea por no preocuparte por tu aspecto físico, por la seguridad que te da mantener tu vida y datos personales en privacidad o por el simple hecho de dejar de interactuar con extraños, las redes sociales han optado a favor de la privacidad y, lo creas o no, está funcionando. Desde cuentas privadas en Instagram hasta el popular Snapchat, los usuarios de hoy tienen el control a la hora de decidir con quién compartir e interactuar.
Conversaciones privadas.
¿Recuerdas cómo era conversar frente a frente con alguien? Pareciera que esta actividad social ha dejado de existir en el mundo real y se ha transportado a las redes sociales. No obstante, las plataformas como Facebook, vuelven a representar un problema para la privacidad, en donde cualquiera puede involucrarse en las conversaciones de otros.
No cae de sorpresa, que esta misma plataforma haya creado un chat en donde se puede conversar de uno a uno y de forma privada. Asimismo, Instagram ha incluido mensajes directos, los cuales pueden ser utilizados para enviar imágenes, videos o texto, de manera personal, a otros usuarios.
Contenido pasajero.
Todo mundo está en Facebook y todo mundo quiere ser tu amigo, aún si se conocen o no. Por ello, muchos usuarios han dejado de lado este tipo de interacciones sociales, para enfocarse en sus propios mundos sociales privados, en donde, sólo los privilegiados, tienen acceso al contenido.
Muy probablemente de aquí se derive el contenido pasajero, ese tipo de publicaciones que duran poco tiempo y luego dejan de existir, como en Snapchat (un gran contrincante de Facebook). De la misma manera, las personas han optado por crear contenido visual de corto plazo, como los videos que se pueden ver en Instagram y Vines y que dan paso a nuevas estrategias sociales.