Los seres humanos experimentamos estrés cuando sentimos que no tenemos el control sobre una situación. Esta sensación activa la hormona del estrés que, consecuentemente, debilita la confianza en nosotros mismos, así como, nuestra habilidad de concentración y nuestra salud física y emocional.
El estrés ocasionado por el trabajo puede sucederle a cualquiera. Y, mientras que sentir un poco de éste mal, dentro del entorno laboral, puede ser común, el estrés excesivo puede alterar negativamente la productividad. Por esto, es necesario que seas capaz de manejar tus niveles de estrés, ya que, esto puede determinar el éxito o el fracaso de tus actividades laborales.
Evitando la ansiedad.
La clave para controlar y, finalmente, vencer al estrés y a la ansiedad causados en el ambiente de trabajo, depende de la forma en la que te ves y te comportas contigo mismo. A continuación, te describo algunos factores que te pueden ayudar a evitar la ansiedad:
Objetividad. Tu trabajo no depende de la actividad que te está ocasionando estrés.
Criticismo estimulante. No te autocritiques duramente. Por el contrario, piensa positivamente y motívate a alcanzar tus objetivos.
Palabras reconfortante y alentadoras. Nadie es perfecto y, si te encuentras en determinada posición laboral, es porque eres capaz de resolver exitosamente tus tareas.
Nuevas oportunidades. Piensa con un enfoque diferente y date la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades.
Rutinas. Utiliza la rutina para reducir el número de decisiones que debas tomar a lo largo del día.
Algunos tips para combatir el estrés.
El estrés puede generar que te sientas preocupado y asustado por la forma en la que te desempeñas laboralmente. Sin embargo, al momento en el que éste interfiere, tanto con tus metas profesionales, como con las del resto de tu equipo de trabajo, es momento de confrontar al problema. A continuación, te doy algunos tips de cómo lograrás reducir tus niveles de estrés, así como eliminar la ansiedad laboral:
Respira profundamente.
Si te sientes abrumado o necesitas despejar la tensión que has generado, tómate unos minutos para respirar profundamente. De esta forma lograrás recuperar el balance interno.
Toma descansos.
Asegúrate de tomar pequeños descansos a lo largo del día para que puedas despejar tu mente. Esto te ayudará a relajarte y recargar tu energía para ser más productivo.
Dale prioridad a las tareas más importantes.
Haz una lista de las tareas que tienes que hacer y trabaja en ellas de acuerdo a su nivel de importancia.
No te hundas en el perfeccionismo.
Tratar de alcanzar la perfección sólo te llevará a una gran carga de estrés innecesaria. Fíjate metas reales, para que así, puedas aspirar a dar lo mejor de ti.
Crea tareas pequeñas.
Cuando un proyecto puede parecer abrumador, pensar en él, como un todo, puede hacerte sentir una gran cantidad de presión. La forma más efectiva de vencer dicha presión, es por medio de la creación de triunfos pequeños. De esta manera, podrás separar el proyecto en pequeñas tareas manejables con objetivos que se pueden celebrar al ser completados.
Identifica aquello que te ocasiona estrés.
En lugar de sentir que estás fracasando día con día, concéntrate en tratar de identificar aquello que realmente está generando tu estrés. Sólo así, podrás tomar acción para mejorar tu vida cotidiana.
Dale una oportunidad a estos ejercicios y verás que el estrés y la ansiedad, en el trabajo, disminuirá significativamente o, inclusive, llegará a desaparecer. Una vez que tu bienestar mental, físico y emocional, esté en balance y tranquilidad, dejarás de preocuparte excesivamente para convertirte en una persona previsora.