El SEO On-Page es un aspecto fundamental para optimizar un sitio web y mejorar su posicionamiento en los resultados de búsqueda. Se trata de una técnica que implica la optimización de factores internos de un sitio web, como el contenido, las etiquetas, la estructura y el código HTML, con el objetivo de mejorar la relevancia y la calidad del sitio web para los motores de búsqueda. En este artículo, exploraremos los elementos esenciales del SEO On-Page y ofreceremos consejos sobre cómo mejorar la clasificación de tu website.
¿Cuáles son los factores de clasificación de Google?
El SEO es el proceso de optimizar tu sitio web para posicionarse lo más alto posible en los resultados orgánicos de los motores de búsqueda (y sí, puedes apuntar a la primera página). Cuando hablamos de búsqueda, usamos el término “orgánico” para referirnos a los resultados de búsqueda que no son pagados. Esto es diferente de los resultados pagados, que provienen de la publicidad PPC.
Las clasificaciones orgánicas en Google están determinadas por un algoritmo que tiene en cuenta varias características y métricas de SEO, y estos son sus factores de clasificación. Hay más de 200 de ellos, y aunque nunca los conoceremos todos, conocemos muchos. También sabemos que, si bien los factores de clasificación y los algoritmos pueden cambiar, las características que Google está tratando de analizar a través de ellos son la experiencia, la autoridad y la confianza.
SEO On-Page
Los factores técnicos de clasificación del motor de búsqueda anteriores tienen que ver con tu sitio web en su conjunto, mientras que los siguientes factores son más específicos de la página, de ahí el término SEO On-Page.
1. Contenido relevante y de alta calidad.
El factor de clasificación de Google más importante es la calidad del contenido. Esto se correlaciona con la publicación constante de contenido de alta calidad, la participación del usuario y la experiencia en el nicho. Entonces, ¿qué hace que el contenido sea relevante y de calidad?
- Es confiable. La información es detallada, precisa, útil y libre de enlaces y/o comentarios de spam.
- Es legible. Eso significa que está organizado de forma lógica, escrito de forma conversacional y no repleto de palabras clave.
- Es fresco. Incluso el contenido más perenne pierde relevancia con el tiempo. Entonces, además de escribir contenido nuevo, también debes actualizar las páginas obsoletas con información nueva y palabras clave nuevas que sean relevantes para la actualidad.
- Coincide con la intención de la palabra clave. Además de usar herramientas de investigación de palabras clave para averiguar qué busca en línea tu audiencia ideal, asegúrate de buscar la palabra clave en Google para asegurarte de que comprendes lo que buscan los usuarios cuando realizan esa búsqueda.
2. Colocación de palabras clave.
Una vez que sepas qué palabras clave deseas clasificar, es importante insertarlas en lugares específicos de tu página. Esto incluye:
- Etiqueta de título: también conocido como metatítulo; el título que aparece en la SERP.
- Título H1: título que aparece en la página.
- Encabezados H2: apunta a por lo menos 2.
- URL: mantén tu URL corta y limpia también.
- Naturalmente en el cuerpo del texto: y también en las primeras 100 palabras.
- Meta descripción: la descripción que aparece debajo de la etiqueta de título/meta título. Asegúrate de que resuma con precisión tu página y les dé a los buscadores una razón para hacer clic.
3. Optimización de imágenes.
Esta es una pregunta importante, no solo por la búsqueda de imágenes de Google, sino también porque los resultados de búsqueda regulares son cada vez más visuales, especialmente en dispositivos móviles. Aquí te mostramos cómo optimizar tus imágenes para SEO:
- Asigna texto alternativo: El texto alternativo es la única forma en que Google puede “ver” las imágenes. Sé breve pero descriptivo e incluye la palabra clave. Esto también hace que tu sitio web sea accesible para los lectores con problemas de visión que dependen de los lectores de pantalla para navegar por Internet.
- Comprimie y cambia el tamaño: Usa un compresor de imágenes para mantener el tamaño de los archivos de imagen en 70-100KB o menos si se puede. A menudo, guardar como JPG en lugar de PNG ayuda. Además, las imágenes rara vez necesitan tener más de 1000 px de ancho. Aunque un sitio web receptivo cambiará el tamaño de las imágenes automáticamente, cuantas menos solicitudes necesite hacer tu sitio al servidor, mejor será la velocidad de la página.
- Agrega valor: Si puedes, evita usar imágenes y gráficos vacíos en las publicaciones de tu blog y, en su lugar, usa capturas de pantalla, ejemplos, gráficos e ilustraciones que representen conceptos. Esto mejora la calidad del contenido y mantiene a los usuarios comprometidos por más tiempo.
- Incluye la palabra clave: No solo en el texto alternativo, sino también en el nombre del archivo. Y reemplaza los espacios con guiones en el nombre del archivo; de lo contrario, tu CMS los reemplazará con “%”, lo que crea un enlace de imagen que no es confiable.
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