Con tanta información circulando por la Web, hoy en día, es imprescindible que tu blog esté cargado de contenido cautivante que proporcione respuestas a las preguntas de tu audiencia. No obstante, esto no es suficiente, ya que para atraer la atención de los lectores del mundo digital, es vital que no haya ni una sola palabra que desvíe la atención del mensaje que deseas transmitir. De lo contrario, el interés de tus visitantes podría perderse en un instante.
Adiós a las palabras ordinarias.
Escribir en un blog, evitando el uso de palabras ordinarias, puede no ser tan sencillo en un principio. No obstante, puedes escribir borradores e ir perfeccionándolos hasta que tu texto sea sólido, persuasivo e interesante, eliminando, poco a poco, aquellas palabras que son débiles y redundantes.
El yo pienso, el yo creo y el yo siento.
Cuando eres blogger y escribes artículos para que los internautas lean, queda por entendido que estás compartiendo tu punto de vista, así como tus ideas o experiencia. Por esta razón, utilizar palabras como “pienso”, “creo” y “siento”, sólo parecen reflejar una baja seguridad respecto a lo que estás transmitiendo. Por ello, es importante que no comiences tus oraciones con estas palabras, ya de que lo contrario, le quitarás fuerza y credibilidad a tu contenido.
Las palabras importan.
Identificar las palabras que debilitan tu contenido, es una tarea crucial para todo blogger. A continuación, te comparto tres palabras que deberás omitir de tu blog si quieres darle credibilidad a tus artículos:
1. Casi.
Esta palabra, puede simbolizar vagamente lo que quieres expresar, ya que solamente es una aproximación que deja mucha incertidumbre en el lector. Por ende, cuando es utilizada de manera constante, ésta es capaz de eliminar la sensación de persuasión de un texto.
Una alternativa eficaz a esta palabra, es el simple hecho de proporcionar al lector con información y estadísticas específicas. Por ejemplo, es más efectivo escribir: “estás a dos clics de completar la encuesta”, que poner: “ya casi completas la encuesta”.
2. Siempre.
La palabra siempre, en la mayoría de los casos, representa una manera forzada de exponer un argumento. En lugar de indagar los momentos específicos cuando un evento sucede, “siempre” se llega a implementar como la salida fácil y vaga.
3. Muy.
Si lo piensas bien, la palabra “muy” no nos proporciona información útil. Aunque parece agrandar a otras palabras, la triste realidad, es que, en la mayoría de los casos, es innecesaria. ¿La solución? En lugar de emplear “muy”, utiliza otras palabras que sean más descriptivas. Adicionalmente, estarás enriqueciendo tu contenido con un vocabulario mucho más diverso.
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