Bloqueo creativo: cuando las ideas no fluyen.

Si lo tuyo es escribir, seguramente más de una vez te has topado con este fenómeno: el bloqueo creativo. Que tu mente se quede “en blanco” es mucho más común de lo que piensas.

 

Tranquilo, las ideas surgirán tarde o temprano. En la mayoría de las ocasiones, el bloqueo creativo se da porque piensas que tu contenido no es tan bueno y terminas autocensurándote. En esta entrada te paso unos tips para dejar atrás tu paro creativo.

• Deja de escribir. Lo sé, suena ilógico, pero en verdad ayuda. Tu mente necesita un descanso porque se satura de información. Sal a pasear, ve la televisión un rato o haz algo que te despeje totalmente del tema. Cuando estés listo, puedes volver y continuar escribiendo con ideas frescas.
• Lee en voz alta tus ideas. Esto ayudará a que identifiques errores y hagas una lluvia de ideas acerca de tu tema. Verás cómo charlar contigo mismo funciona para crear nuevos contenidos.

Escribe sin pensar: No ordenes tus ideas, escribe todo lo que te venga a la mente. Cuando hayas terminado, podrás ordenar tus párrafos de manera que el texto tenga sentido.

• Toma un baño: Este es uno de los momentos en los que surgen nuestras mejores ideas. Además, esto te ayudará a relajarte y quitarte el estrés de encima. Te sentirás renovado.
• Mantén una libreta y pluma cerca de ti. Nunca sabes cuándo llegará la inspiración. Cuando estás a punto de quedarte dormido podrían aparecer una gran cantidad de ideas en tu mente. No las dejes ir y anótalas.
• Lee más. Es importante que estés abierto a leer acerca de todo. Esto sirve como fuente de inspiración para tu estilo, además de mejorar tu cultura general. Busca los autores que más te gusten y lee, aunque no tenga nada que ver con tu tema.
• Cambia tu lugar de trabajo. Busca un lugar abierto donde haya luz y, claro, en el que te sientas cómodo. Una nueva vista puede despertar tu creatividad.

¿Por qué no se me ocurre nada?

Cuando tu mente se bloquea, las razones pueden ser muy variadas: cansancio, estrés o inseguridad, por ejemplo.

Lo más importante es que te deshagas de la idea de que no eres bueno para escribir. Destierra esta idea y escribe de lo que te nazca. Verás que con constancia encontrarás de nuevo el camino a la inspiración y, lo más importante, desarrollarás un estilo único que caracterice tus textos.

Con un poco de disciplina, podrás desarrollar mejores contenidos. Ponte metas y fechas límite para escribir. En ocasiones, trabajar bajo presión ayuda a hacer mejor las cosas.

 

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