¿Cuántas veces te has topado con molestos anuncios en la Web que sólo repiten el mismo mensaje una y otra vez? Es más, ¿acaso has recibido correos electrónicos promocionales de empresas que no sabías que existían?
La mayoría de las veces, estos anuncios o e-mails nos generan descontento, por lo que, como tácticas de marketing, se vuelven obsoletos. Adicionalmente, le dan una mala reputación y nuestra total desconfianza a la compañía involucrada.
A este tipo de marketing, se le denomina de interrupción y, ciertamente, está perdiendo su poder, ya que, cada vez, resulta menos efectivo para atraer la atención de los consumidores. Por otra parte, el permission marketing, ofrece lo contrario a esta táctica.
¿Qué es el permission marketing?
El permission marketing o de permisión, fue acuñado por Seth Godin, exitoso emprendedor, orador y mercadólogo. Lo que Seth quería dar a conocer, con este término, era el privilegio de entregar, anticipadamente, mensajes relevantes y personales a aquellas personas que realmente desean recibirlos y, a su vez, ofrecer una solución al marketing de interrupción.
Gracias al permission marketing, es posible reconocer a aquellos clientes potenciales, mientras que la mayoría de los consumidores, ignoraran los esfuerzos por publicitar un producto o servicio.
Al darle a entender, al consumidor, que será tratado con respeto y entregarle una promesa, se logra obtener su atención. Además, este tipo de marketing realza el control del cliente sobre la relación que se desarrolla entre éste y la empresa. Únicamente al obtener “el permiso” del prospecto, seremos capaces de proporcionarle información sobre nuestros productos o servicios.
¿Cómo funciona?
Para poder comprender en su totalidad al marketing de permisión, es necesario conocer cuándo es que estamos pidiendo un permiso genuino a los consumidores y cuándo lo estamos forzando. Por ejemplo, si yo requiero enviar newsletters para comenzar mi lista de prospectos, el permission marketing me obligaría a enviar información solamente a aquellas personas que me han autorizado para hacerlo y, por lo contrario, no a toda persona que me ha proporcionado su correo electrónico.
Un ejemplo de esto es la subscripción. Las personas que se subscriben a un servicio, newsletter o blog, están reconociendo dicha subscripción e, inclusive, han decidido recibir información. Tomemos en cuenta a YouTube, plataforma social que, antes de bombardearnos con contenido, nos da la opción de subscribirnos a los canales deseados.
Beneficios.
El permission marketing puede ser implementado como complemento de una campaña de marketing digital, ya que puede ser un recurso efectivo para obtener subscripción, además de que permite la personalización de campañas, ya que, por medio de éste, somos capaces de conocer las necesidades específicas de nuestros prospectos.
Por otra parte, el marketing de permisión, nos da la oportunidad de mantener la buena reputación de nuestro negocio. Adicionalmente, por dirigirse sólo a las audiencias que han expresado interés por nuestra marca, es mucho más seguro que estos leads se conviertan en clientes.
Conclusión.
Si bien, el marketing de permisión no está enfocado a crear ventas. Sin embargo, garantiza relaciones duraderas con los clientes y prospectos, puesto que, a diferencia de otros métodos de marketing que suelen bombardear a los consumidores con información, éste se enfoca en vender productos y servicios, únicamente cuando los prospectos han dado su consentimiento para recibir información.
Como resultado, el marketing de permisión, fomenta la lealtad y confianza depositada en una marca, para que así, ésta pueda seguir suministrando una solución a la necesidad de los consumidores.