Dentro del mundo del marketing y de la publicidad, cada generación ha ido representando un reto diferente. Los directivos de estas áreas terminan por no comprender del todo sus necesidades y… vamos, ni siquiera como padres hemos terminado por entenderlos… El punto es, que sin importar cuantos mitos puedan llegar a existir alrededor de esta generación de jóvenes, y no tan jóvenes, no existe una fórmula garantizada para lograr conectar con el mercado generacional.
El campo de los jóvenes es un terreno complicado, donde todas las compañías y marcas tendrán que hacer un esfuerzo por posicionarse dentro de los diversos hábitos de consumo de estos. Para ello, es esencial, quitarse de la cabeza ciertos mitos e ideologías respecto a esta peculiar generación.
“No son lo mismo, pero quieren lo mismo”
Es normal que como jóvenes adultos y bien conservados especímenes de la “Generación X”, pensemos que el joven “millenial”, o “Z”, busque exactamente lo mismo que nosotros cuando teníamos su edad. Y en cierta forma estaremos en lo correcto, aunque con un enfoque muy distinto.
Por poner un ejemplo: puede ser que el joven de hoy busque hacerse de un auto, al igual que muchos de nosotros en su momento, pero ellos buscarán beneficios muy diferentes a los entonces nuestros.
Los jóvenes representan un cambio directo donde el qué y el cómo se consumen los productos resultan fundamentales. El joven de hoy cuenta con mayor acceso a la información que antes, y ese es un factor muy serio a considerar por parte de cualquier empresa que aspire a tener éxito dentro de este mercado en particular.
“No tienen dinero para gastar, pero quieren gastar”
Ciertamente, ser joven va asociado directamente a tener gasto limitados, y no tanto en sí por el hecho de no contar con un buen ingreso económico. De alguna forma, el joven de hoy busca invertir mejor su tiempo; no tanto en consumir su juventud en bienes materiales, si no en abarcar diferentes áreas de éxito dentro de sus respectivas vidas.
Otro aspecto a considerar es que muchos jóvenes de hoy, han “nacido en cuna de oro”. Muchos de ellos crecieron en tiempos de prosperidad, donde sus padres les han facilitado el acceso a provechosos medios de desarrollo.
—
Aunque intentemos seguir pensando que los jóvenes, sin importar la época, siempre se comportarán como jóvenes, la realidad es que tanto los hábitos de consumo, como la evolución misma de la tecnología, sitúan a cada generación en sitios diferentes una de otra.