Si quieres expandir tu negocio e incrementar tu cartera de clientes, antes que nada deberás responder la siguiente pregunta: ¿Tu compañía está a la ofensiva o a la defensiva?
Cuando tu empresa es nueva, una campaña de marketing a la ofensiva puede convertirse en tu mejor aliado, ya que te permite enfrentar a la competencia y hacerte de nuevos clientes. Por otra parte, si tu negocio ya cuenta con una posición sólida y bien establecida, significa que te será posible implementar estrategias de marketing a la defensiva, con el fin de mantener tu credibilidad intacta.
Estrategia a la defensiva.
Las estrategias de marketing a la defensiva, son capaces de generar una gran respuesta al enfrentamiento de una estrategia a la ofensiva. Por medio de éstas, se pueden contrarrestar los ataques de la competencia, así como eliminar las ventajas que se perciben de la misma.
Ventajas del marketing a la defensiva.
Cuando se tiene una compañía establecida, una estrategia de marketing a la defensiva puede resultar muy ventajosa. Esto se debe, a que la empresa no tiene que trabajar activamente por atraer el interés de sus clientes hacia sus productos o servicios. Por lo tanto, sólo requiere reforzar el mensaje de su marca para mantener consumidores leales.
A través de productos o servicios de alta calidad, se puede construir una buena reputación, lo que dificulta que nuevos competidores entren al mercado y ataquen a la empresa establecida. Por ello, en el caso de estos negocios, sólo se necesita contar con tácticas de marketing a la defensiva que permitan incrementar y solidificar la confianza de los consumidores.
Defendiéndote del ataque.
Un ejemplo de marketing a la ofensiva, sería el resaltar la efectividad de un producto o servicio que la competencia asume que es inferior. Adicionalmente, se puede crear una estrategia a la defensiva al introducir nuevos productos o servicios en el mercado que sean mejores que los anteriores.
Las técnicas de marketing a la defensiva, también pueden usarse como una forma eficiente de responder a la crítica pública y a los comentarios negativos que puedan surgir contra una marca. Si bien, la credibilidad y presencia de una marca juegan una parte fundamental en el marketing a la defensiva, ya que éstas cualidades contribuyen a desmentir el ataque de la competencia.
La implementación.
Las de tácticas de marketing a la defensiva tienen mejores resultados con los clientes existentes de un negocio, cuando se trata de productos o servicios que son comprados regularmente, como lo son los alimentos. Contrariamente, las estrategias a la defensiva para los productos o servicios que se venden con menos frecuencia, por ejemplo los automóviles o aparatos electrónicos, deben ser aplicadas, tanto para clientes existentes como clientes potenciales.