Por varios años, el marketing tradicional exploró diversos canales para ganarse la lealtad de los consumidores. Sin embargo, con el auge del Internet todo este modelo cambió, dejando a los mercadólogos con la necesidad de innovar, cambiar sus estrategias y adaptarse a los nuevos comportamientos de compra, los cuales se están inclinando hacía los productos y servicios por subscripción.
El comercio de subscripción no es algo nuevo, simplemente hay que ver todas aquellas revistas que se manejan con este modelo desde hace tiempo, al igual que los bancos, los tiempos compartidos, entre otros servicios. Sin embargo, en el mundo digital, la economía de subscripción ha ido expandiendo su terreno poco a poco y, parece que no tomará mucho tiempo para que ésta se convierta en el modelo predominante de consumo.
Accesibilidad al alcance de un clic.
Debido a la accesibilidad que aporta el Internet, los patrones de compra de las personas han evolucionado completamente para ser efectuados a través del mundo digital. Basta con un clic para realizar una compra. A consecuencia de esta comodidad que aporta el Internet, el mercado consumista, en vez de comprar un producto o servicio una sola vez, está prefiriendo las subscripciones.
¿Pero, por qué las subscripciones? Simple. Por esa viabilidad y facilidad que los consumidores ansían al hacer una compra. Imagínalo a gran escala y en un futuro no muy distante: tu refrigerador (si estuviera conectado a la Internet), sería capaz de detectar aquellos alimentos que te hacen falta y adquirirlos sin necesidad de que tú tengas que mover un sólo dedo. Todo esto por medio de la economía de subscripción. ¿Cómo te suena esto? ¿Nada mal, verdad?
Las subscripciones facilitan la vida.
Como te comenté, este tipo de servicios no es algo del futuro, sino algo que ya está ocurriendo y de lo que quizá, tú, ya formas parte. Te lo pongo así: ¿Te acuerdas de aquellos tiempos en los que tenías que ir a una tienda para comprar películas o álbumes discográficos? Podría apostar a que la forma en la que ahora ves tus películas favoritas o escuchas a ese grupo que tanto te gusta, no se acerca ni remotamente a lo que solía ser. Es más, seguro tu actual modo de comprar películas y música es a través de un método de subscripción.
Netflix, Amazon Prime, Spotify, iTunes, son algunos de los nombres más conocidos que han ido conquistando el terreno de las subscripciones. Y claro, la economía de subscripción tiene más potencial que cualquier otro tipo de compra, puesto que, ¿quién no quiere vender su producto o servicio a largo plazo en lugar de sólo una vez? Además de que, por el lado del consumidor, es una manera de acceder a lo que queremos y nos gusta inmediatamente.
Tipos de comercio de subscripción.
Existen dos tipos de comercio de subscripción online que han obtenido gran popularidad en los últimos años. Uno de ellos es el comercio por conveniencia, en el cual el cliente recibe el mismo producto una y otra vez en un estado de compra automático.
Por otro lado está el comercio de exploración. Este tipo de servicio se enfoca en hacerle llegar a los consumidores nuevos productos, los cuales, muy probablemente, eran completamente desconocidos para ellos hasta que los recibieron.
Necesitas subscriptores, no consumidores.
Optar por un sistema de productos o servicios basados en la subscripción es un modo de mantener una relación perdurable entre tu marca y tus clientes. Además, las subscripciones no sólo son beneficiosas en este aspecto, sino que también, son capaces de ir más allá de satisfacer las necesidades inmediatas de tu mercado.
Al convertirse en subscriptor, el cliente deja de necesitar un producto o servicio inmediatamente, ya que cuenta con algo que en un principio deseaba o requería, pero que ahora se ha transformado en una necesidad a largo plazo. Por otro lado, de ti depende crear productos o servicios que puedan innovar constantemente con el fin de estrechar y alargar esa relación con tus clientes.
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