Si tienes al menos un poco de contacto con el mundo del marketing, sabrás que es muy común escuchar hablar del branding. Y, sin embargo, es probable que aun conociendo el concepto en términos generales, no termines de entenderlo o no sepas cómo utilizarlo en el contexto correcto. En pocas palabras, se puede definir este término como los elementos que conforman el proceso que abarca la construcción de una marca.
Ahora bien, ¿qué es una marca? La Real Academia Española define esta palabra como una “señal hecha en una persona, animal o cosa, para distinguirla de otra, o denotar calidad o pertenencia”. Si bien es cierto que esta definición no está pensada en términos específicos de mercadotecnia, hay dos elementos que vale la pena rescatar de ella: el de “señal” y el de “pertenencia”.
Podríamos decir, entonces, que una marca es un conjunto de señales a las que responde un cliente o comprador, y que generan un sentido de pertenencia a una empresa. Entre las “señales” que podemos identificar como parte de una marca se encuentran: símbolos, imágenes, diseños, eslogan, por ejemplo. Ahora, una vez que hemos recordado los puntos básicos que conforman a una marca, podemos continuar hablando de algunos básicos del branding.
¿Por qué lo necesito?
Simple y sencillamente porque es el esqueleto de la construcción de cualquier marca. Cuando se realiza un proceso efectivo de branding, éste generará confianza en tu público meta, lo que, a su vez, facilitará a tu empresa la venta de tu producto o servicio.
¿En qué consiste?
A continuación, te presento los cinco puntos básicos del branding, que serán la base para la creación de tu marca; de ellos dependerá la imagen que le des a tu público y, por extensión, el éxito de tu empresa en cuanto a la creación de un vínculo con tus clientes.
1. Naming. Se refiere al proceso de creación del nombre, el cual deberá englobar todo lo que la marca conlleva, el producto o servicio que ofrece, su filosofía y aquello que la hace ser diferente del resto. El nombre de la marca será lo más visto a través de medios de comunicación, por lo que debe ser breve, fácil de recordar y a su vez llamativo.
2. Identidad Corporativa. Esta se encuentra conformada por los elementos físicos que utiliza una marca y que están ligados, además, a la trayectoria de la empresa. Incluye el logotipo aplicado, por ejemplo, a diferentes apoyos gráficos o multimedia, como son: las tarjetas de presentación, hojas membretadas, carpetas corporativas, invitaciones, e incluso uniformes, por nombrar algunos.
3. Posicionamiento. Este punto tiene que ver con el nivel de prioridad que le da el consumidor a la marca, en comparación directa con otras marcas del mismo giro. El producto se convierte, entonces, en un medio por el cual la marca accede a los consumidores y consigue posicionarla para así, a su vez, dirigir la atención de nuevos prospectos a la adquisición del producto o servicio que la empresa ofrece.
4. Lealtad de marca. Cuando una marca cumple con lo que promete, y que incluso supera las expectativas del consumidor, se crea una conexión que con algo de tiempo se transforma en lealtad hacia la marca. Probablemente este sea uno de los principales objetivos de cualquier marca en cuanto al proceso de branding. Recuerda: obtener la lealtad de tus consumidores supone la creación de un nexo con ellos, y a esto se llega solamente cuando les otorgas razones poderosas para quedarse contigo y no buscar a la competencia.
5. Arquitectura de marca. Este punto se refiere a la capacidad de la marca para extenderse utilizando un conjunto de estrategias para construir un portafolio. Este proceso de arquitectura consiste en asignar la relación que tendrán todas las marcas que constituyen una misma compañía, cómo se va a promover cada una y qué papel tendrán en el modelo de negocio.
Si creías que “inventar” una marca era fácil, ahora te das cuenta de que es todo un proceso que requiere que se estudie a profundidad cada detalle del producto o servicio, la imagen que se va a proyectar al público meta y el proceso de vinculación con los prospectos de clientes, entre una serie más amplia de actividades diversas. ¿Y tú, sabes hacer branding?
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