Para que tus estrategias de marketing sean efectivas, primeramente, necesitas conocer a tus clientes. Cuando se tiene un entendimiento de las necesidades de una audiencia, se es capaz de presentar un producto o servicio de la mejor manera posible.
Entendiendo a los consumidores.
La psicología puede ayudarte enormemente a entender los comportamientos de los consumidores, de tal forma que logres optimizar tus estrategias de marketing. A continuación, te describo cuatro principios psicológicos que te ayudarán a fortalecer tus tácticas de venta:
1. El principio del menor esfuerzo.
El mundo digital se ha convertido en el lugar ideal para las personas que no tienen tiempo. Es aquí, en donde un sinfín de información circula en todo momento y en donde la más accesible se convierte en la elegida. Los internautas no tienen tiempo y, por ello, siempre toman los caminos que demuestren menos resistencia y mayor facilidad.
Asumiendo este principio, tus estrategias de marketing siempre deben ser fáciles de digerir, de lo contrario, tus conversiones se verán gravemente afectadas. Evita lo complicado, desde contenido difícil de digerir hasta procesos de pago exhaustivos y extensos.
2. No abrumes a tus clientes.
Aceptémoslo, tomar decisiones, aún si se trata sobre cuál producto comprar y cuál no, puede abrumarnos a tal punto que preferimos darle fin a las cosas. De la misma forma, cuando los consumidores se sienten abrumados pueden detener en un abrir y cerrar de ojos todo un proceso de compra, consecuentemente, costándote esa venta.
Por esta razón, es importante que presentes las cosas claras y simples para tus clientes. Evita presentar varias opciones, ya que esto puede abrumar a un cliente potencial en un dos por tres.
3. Muestra tu lado humano.
Nadie es perfecto y, por ende, tampoco ninguna compañía. Todos podemos cometer errores, desde pequeños e insignificantes, hasta los más catastróficos. Y, claro, el simple hecho de pensar en perder el control, puede volver loco a cualquiera.
Afortunadamente, en el marketing, la imperfección no es del todo mala, siempre y cuando aceptes tus errores y desperfectos de forma transparente. Cuando haces esto y ofreces una solución a la equivocación, tus clientes se darán cuenta de que tienes todo bajo control. Por el contrario, si depositas la culpa en alguna causa externa, tus clientes sabrán en segundos que eres incapaz de ver por ellos y de ayudarlos con sus problemas.
4. La experiencia pasada importa.
La innovación puede ayudarnos a mejorar nuestros procesos, sin embargo, no siempre es efectiva. ¿A qué se debe esto? Sencillamente al principio de la experiencia pasada, el cual determina que los comportamientos y expectativas se van moldeando de acuerdo a experiencias pasadas.
Es así, como la innovación no siempre puede llevarnos a obtener mejores conversiones, sino completamente lo contrario. Por lo tanto, antes de aventurarte a desarrollar algo nuevo, independientemente de si es un producto, un estilo de diseño Web o hasta un simple botón, analiza cómo lo tomarán los consumidores de acuerdo a experiencias pasadas.